La guía de Mario

Mario
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Lugares emblemáticos

La poza termal de Zújar es una piscina natural junto a la cola del pantano del Negratín. Calculamos que mide entre 30 metros de largo y 12 metros de ancho, con una profundidad en ciertos puntos de 2 metros. Las aguas termales que nutren esta poza emanan del Cerro Jabalcón. Grandes fracturas subterráneas permiten la salida del agua caliente a la superficie, creando una piscina natural de aguas con tonos turquesas y humeante superficie junto al pantano. Sus aguas se caracterizan por una “mineralización fuerte sulfatadas mixtas” y entre sus propiedades curativas medicinales se dicen que son beneficiosas para enfermedades de la piel, gota, reumatismo, enfermedades endocrinas… Lo mejor de todo es la temperatura del agua en torno a los 40ºC y que son gratuitas. Historia de las aguas termales de Zújar Se tiene conocimiento de la existencia de estas aguas termales desde hace más de 2000 años. Estando descritas por Plinio el Viejo, un escritor y científico romano, por sus características e importancia. De hecho, su antigua localización y ruinas del antiguo balneario, se encuentran bajo el pantano por la construcción del embalse y presa del Negratín en 1985. Un balneario que en tiempos más modernos y próximos al siglo XX fue un lugar frecuentado por la alta nobleza española. La poza termal natural y gratuita a la que nos referimos salió a la luz hace unos años, coincidiendo con el bajo nivel que presenta el Pantano del Negratín; dejando al descubierto una piscina natural junto al embalse, con la diferencia que sus aguas son de origen termal y tienen una temperatura aproximada de 40ºC.
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Baños de Zújar
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La poza termal de Zújar es una piscina natural junto a la cola del pantano del Negratín. Calculamos que mide entre 30 metros de largo y 12 metros de ancho, con una profundidad en ciertos puntos de 2 metros. Las aguas termales que nutren esta poza emanan del Cerro Jabalcón. Grandes fracturas subterráneas permiten la salida del agua caliente a la superficie, creando una piscina natural de aguas con tonos turquesas y humeante superficie junto al pantano. Sus aguas se caracterizan por una “mineralización fuerte sulfatadas mixtas” y entre sus propiedades curativas medicinales se dicen que son beneficiosas para enfermedades de la piel, gota, reumatismo, enfermedades endocrinas… Lo mejor de todo es la temperatura del agua en torno a los 40ºC y que son gratuitas. Historia de las aguas termales de Zújar Se tiene conocimiento de la existencia de estas aguas termales desde hace más de 2000 años. Estando descritas por Plinio el Viejo, un escritor y científico romano, por sus características e importancia. De hecho, su antigua localización y ruinas del antiguo balneario, se encuentran bajo el pantano por la construcción del embalse y presa del Negratín en 1985. Un balneario que en tiempos más modernos y próximos al siglo XX fue un lugar frecuentado por la alta nobleza española. La poza termal natural y gratuita a la que nos referimos salió a la luz hace unos años, coincidiendo con el bajo nivel que presenta el Pantano del Negratín; dejando al descubierto una piscina natural junto al embalse, con la diferencia que sus aguas son de origen termal y tienen una temperatura aproximada de 40ºC.
La Cuenca Guadix-Baza se encontraba bajo el mar hace 8 millones de años, para un millón de años después, convertirse en un gran lago de agua dulce, en cuyas riberas se instaló una variada y curiosa fauna, de la que se han encontrado numerosos restos fósiles. Al menos 19 especies de grandes mamíferos hoy extinguidos, como hienas gigantes, elefantes, rinocerontes, hipopótamos, caballos, grandes ciervos o los célebres tigres diente de sable, destacando en este sentido la trascendencia del Yacimiento de Fonelas, que puede verse en la Estación Paleontológica del Valle del Río Fardes. Respecto al Cerro Jabalcón, con sus 1494 metros de altitud, constituye uno de los referentes geográficos de la Hoya de Baza, que emergió a modo de una gigantesca isla caliza entre las llanuras esteparias del altiplano granadino. Tiene dos caras bien diferentes: Una la que se observa desde la autovía A-92 a su paso por Baza, donde nos encontramos con un macizo pelado de escaso encanto y otra bien diferente, la que ofrece por su lado norte, desde la carretera de Zújar a los Baños, donde presenta imagen clásica de alta montaña, con grandes masas forestales, sobre las que sobresalen formaciones pétreas de gran atractivo. Es creencia popular muy extendida en la zona, que el Cerro Jabalcón es un antiguo volcán, tratando de dar explicación no sólo a su morfología, sino a los nacimientos de aguas termales que se sitúan a su pie (Baños de Zújar). Nada más alejado de la realidad, pues aunque es cierto que las rocas del Jabalcón nada tienen que ver con los materiales de la planicie, el cerro es una estructura geológica conocida como “horst”, en la que dos o mas fallas actúan delimitando, conformando y elevando un gran bloque de roca. El Jabalcón es un horst tectónico de naturaleza calizo-dolomítica, desgajado o relacionado con los materiales béticos de la Sierra de Baza. Los materiales que lo rodean conforman parte del relleno sedimentario del antiguo lago. Por otro lado, al ser una gran superficie de roca carbonatada, acusa los efectos de un modelado kárstico, producido por la lenta y continuada acción disolvente del agua de lluvia sobre la caliza, algunas de ellas bastante conocidas, como es el caso del “Ojo de la Heredad”. Cerro Jabalcón es una gran mole caliza que se eleva desde los 800 metros, que es la altitud media de su base, hasta alcanzar 1.494 metros en la cumbre. Su carácter de macizo aislado, dentro de los terrenos esteparios de la Hoya de Baza, le da similitud con una gran isla dentro de este antiguo lago. Desde sus cumbres es posible observar excelentes panorámicas. DESCRIPCIÓN DE LA RUTA Aparcamos en los Baños de Zújar, de los que aportamos un ligero esquema de cómo se genera el agua termal que utilizan. A continuación pasamos por debajo del Canal del Jabalcón, aprovechando una tubería de pluviales de escasa sección, que obliga a adoptar una posición incómoda, pero sin llegar a reptar. Entramos en una pequeña rambla por la que caminamos sin dificultad y comenzamos a ganar altura hasta llegar al encuentro con el camino de tierra que sube a la cima. Es justo en ese punto, donde conectamos con la arista noreste del Jabalcón, que seguiremos en todo su recorrido, hasta llegar a un punto donde nos enfrentamos a paredes pétreas que nos impiden avanzar. En ese momento giramos a izquierda y vamos descendiendo hasta encontrar una senda que conduce a la antecima, lugar de gran encanto, con importante masa forestal, donde domina la coscoja. Ya sólo queda seguir por senda bien marcada y muy bonita, que nos lleva al vértice geodésico del Jabalcón (1492). Descendemos por el mismo camino hasta retornar a la antecima. Ahora tenemos inmejorables vistas sobre el Embalse del Negratín, inaugurado el 31/12/1984, de 567 hm3 de capacidad, con presa mixta de gravedad y materiales sueltos sobre el río Guadiana Menor, afluente del Guadalquivir. Nos desviamos por senda que atraviesa densos pinares muy bien conservados, fruto de las repoblaciones de mediados del siglo XX. Es especialmente interesante el Collado de Carriquetas y la caseta forestal de vigilancia de incendios, desde donde se disfruta de fantásticas vistas: la conexión de los ríos Guadalentín y Castril y los badlands de Rambla del Moral. El último tramo se realiza siguiendo las riberas del Negratín, donde destacamos el punto de atraque de embarcaciones y algunas formaciones de pequeños diapiros próximos al embalse. Se trata de formas redondeadas, hongos o abombamientos, que se producen por la intrusión de materiales de carácter salino o yesos de gran plasticidad al atravesar cortes en los estratos calizos, de las que adjuntamos algunas fotografías. Ruta realizada el 27/01/2019, por el Grupo Senderista DOMINGO MONTAÑERO. Parte de la información publicada, se ha obtenido del folleto "Itinerario Geoturístico Cuenca de Guadix-Baza", editado por Geodiversidad de Andalucía y Emprendedores Rurales Andaluces.
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Cerro Jabalcón
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La Cuenca Guadix-Baza se encontraba bajo el mar hace 8 millones de años, para un millón de años después, convertirse en un gran lago de agua dulce, en cuyas riberas se instaló una variada y curiosa fauna, de la que se han encontrado numerosos restos fósiles. Al menos 19 especies de grandes mamíferos hoy extinguidos, como hienas gigantes, elefantes, rinocerontes, hipopótamos, caballos, grandes ciervos o los célebres tigres diente de sable, destacando en este sentido la trascendencia del Yacimiento de Fonelas, que puede verse en la Estación Paleontológica del Valle del Río Fardes. Respecto al Cerro Jabalcón, con sus 1494 metros de altitud, constituye uno de los referentes geográficos de la Hoya de Baza, que emergió a modo de una gigantesca isla caliza entre las llanuras esteparias del altiplano granadino. Tiene dos caras bien diferentes: Una la que se observa desde la autovía A-92 a su paso por Baza, donde nos encontramos con un macizo pelado de escaso encanto y otra bien diferente, la que ofrece por su lado norte, desde la carretera de Zújar a los Baños, donde presenta imagen clásica de alta montaña, con grandes masas forestales, sobre las que sobresalen formaciones pétreas de gran atractivo. Es creencia popular muy extendida en la zona, que el Cerro Jabalcón es un antiguo volcán, tratando de dar explicación no sólo a su morfología, sino a los nacimientos de aguas termales que se sitúan a su pie (Baños de Zújar). Nada más alejado de la realidad, pues aunque es cierto que las rocas del Jabalcón nada tienen que ver con los materiales de la planicie, el cerro es una estructura geológica conocida como “horst”, en la que dos o mas fallas actúan delimitando, conformando y elevando un gran bloque de roca. El Jabalcón es un horst tectónico de naturaleza calizo-dolomítica, desgajado o relacionado con los materiales béticos de la Sierra de Baza. Los materiales que lo rodean conforman parte del relleno sedimentario del antiguo lago. Por otro lado, al ser una gran superficie de roca carbonatada, acusa los efectos de un modelado kárstico, producido por la lenta y continuada acción disolvente del agua de lluvia sobre la caliza, algunas de ellas bastante conocidas, como es el caso del “Ojo de la Heredad”. Cerro Jabalcón es una gran mole caliza que se eleva desde los 800 metros, que es la altitud media de su base, hasta alcanzar 1.494 metros en la cumbre. Su carácter de macizo aislado, dentro de los terrenos esteparios de la Hoya de Baza, le da similitud con una gran isla dentro de este antiguo lago. Desde sus cumbres es posible observar excelentes panorámicas. DESCRIPCIÓN DE LA RUTA Aparcamos en los Baños de Zújar, de los que aportamos un ligero esquema de cómo se genera el agua termal que utilizan. A continuación pasamos por debajo del Canal del Jabalcón, aprovechando una tubería de pluviales de escasa sección, que obliga a adoptar una posición incómoda, pero sin llegar a reptar. Entramos en una pequeña rambla por la que caminamos sin dificultad y comenzamos a ganar altura hasta llegar al encuentro con el camino de tierra que sube a la cima. Es justo en ese punto, donde conectamos con la arista noreste del Jabalcón, que seguiremos en todo su recorrido, hasta llegar a un punto donde nos enfrentamos a paredes pétreas que nos impiden avanzar. En ese momento giramos a izquierda y vamos descendiendo hasta encontrar una senda que conduce a la antecima, lugar de gran encanto, con importante masa forestal, donde domina la coscoja. Ya sólo queda seguir por senda bien marcada y muy bonita, que nos lleva al vértice geodésico del Jabalcón (1492). Descendemos por el mismo camino hasta retornar a la antecima. Ahora tenemos inmejorables vistas sobre el Embalse del Negratín, inaugurado el 31/12/1984, de 567 hm3 de capacidad, con presa mixta de gravedad y materiales sueltos sobre el río Guadiana Menor, afluente del Guadalquivir. Nos desviamos por senda que atraviesa densos pinares muy bien conservados, fruto de las repoblaciones de mediados del siglo XX. Es especialmente interesante el Collado de Carriquetas y la caseta forestal de vigilancia de incendios, desde donde se disfruta de fantásticas vistas: la conexión de los ríos Guadalentín y Castril y los badlands de Rambla del Moral. El último tramo se realiza siguiendo las riberas del Negratín, donde destacamos el punto de atraque de embarcaciones y algunas formaciones de pequeños diapiros próximos al embalse. Se trata de formas redondeadas, hongos o abombamientos, que se producen por la intrusión de materiales de carácter salino o yesos de gran plasticidad al atravesar cortes en los estratos calizos, de las que adjuntamos algunas fotografías. Ruta realizada el 27/01/2019, por el Grupo Senderista DOMINGO MONTAÑERO. Parte de la información publicada, se ha obtenido del folleto "Itinerario Geoturístico Cuenca de Guadix-Baza", editado por Geodiversidad de Andalucía y Emprendedores Rurales Andaluces.
La ruta desciende al río desde el centro del pueblo hasta la antigua central eléctrica, excavada en la roca de una de las laderas del cauce. A partir de aquí, el paraje es de excepcional belleza y la sensación de contacto con el río resulta muy estimulante. El camino está formado por una pasarela sobre antiguas traviesas de ferrocarril empotradas sobre la pared rocosa. Aunque las medidas de seguridad son razonables, deben tomarse ciertas precauciones con niños para evitar caídas o accidentes. A partir de este punto, el itinerario abandona el río, donde está permitido tanto el baño como la pesca de truchas. Un antiguo molino -que todavía conserva la maquinaria- es hoy un restaurante que vigila la unión entre la senda del río y el camino de la villa que, entre bancales y cultivos propios de la zona, asciende hasta llegar a la Peña de Castril. El último tramo de la ruta -que también puede realizarse en dirección contraria- es el único que entraña alguna dificultad por tratarse de un suave ascenso que el caminante podrá superar en unos veinte minutos.
The Path of the Castril River Gorge or the Footbridges
Calle del Rio
La ruta desciende al río desde el centro del pueblo hasta la antigua central eléctrica, excavada en la roca de una de las laderas del cauce. A partir de aquí, el paraje es de excepcional belleza y la sensación de contacto con el río resulta muy estimulante. El camino está formado por una pasarela sobre antiguas traviesas de ferrocarril empotradas sobre la pared rocosa. Aunque las medidas de seguridad son razonables, deben tomarse ciertas precauciones con niños para evitar caídas o accidentes. A partir de este punto, el itinerario abandona el río, donde está permitido tanto el baño como la pesca de truchas. Un antiguo molino -que todavía conserva la maquinaria- es hoy un restaurante que vigila la unión entre la senda del río y el camino de la villa que, entre bancales y cultivos propios de la zona, asciende hasta llegar a la Peña de Castril. El último tramo de la ruta -que también puede realizarse en dirección contraria- es el único que entraña alguna dificultad por tratarse de un suave ascenso que el caminante podrá superar en unos veinte minutos.
Castril River
El pico de la Sagra, enorme mole solitaria, que parece casi un volcán, constituye un lugar de culto por excelencia para el senderista y/o amante de la naturaleza, al cual regala belleza, emociones y sensaciones en igual proporción. Está formado por calizas, margas y cretas estratificadas que pueden apreciarse cerca de la cumbre, como estratos de gran espesor y dureza, además de por las barrancas y profundas cárcavas que cruzan sus flancos. Es fruto de la orogénesis alpina que actuó sobre los sedimentos de la zona hace unos 25 millones de años. En su cima pueden encontrarse fósiles de esta época geológica, especialmente conchas de animales marinos (almejas, bivalvos y similares). Estas sierras destacan de las altiplanicies situadas al sur y sureste, lo que les confiere unas características climatológicas y ecológicas particulares, fundamentalmente debido a los acusados gradientes hacia una mayor humedad (funcionan como "islas bioclimáticas" en un entorno árido). Ello hace de este espacio un lugar de gran riqueza y variedad biológica. Su condición de sierras calizas -La Sagra se erige como el pico calizo más elevado de Andalucía-, las hacen destacar como paisaje kárstico por excelencia, caracterizadas por restos de encinares, pinares de vertientes escabrosas, sabinares singulares, flora pos-glaciarde de gran interés. En ella podremos encontrar las impresionantes Sequoias, árboles gigantes, los más altos de Europa. La Sierra de la Sagra es un refugio natural para especies como el Buitre Leonado, la Víbora, el águila perdicera, el gato montés, el búho real, la liebre o el jabalí, con muchos invertebrados interesantes, entre los que destacan mariposas y escarabajos, son sus más preciados valores naturales. Esta relevancia entomológica ha hecho que se le reconozca como Zona de Interés para la Conservación de los Invertebrados de Andalucía (ZICI), concretamente la número 3, que abarca también a los parques naturales de Cazorla y Castril. Está igualmente Integrada en la Red Europea de Espacios Naturales Protegidos, mejor conocida como Red NATURA 2000. Este Espacio Protegido comprende las sierras de la Sagra, Seca, Duda, Guillimona, Montilla, Bermeja, Muerto, de la Encantada, de Jurena y de los Tornajos. Y completan esta esquina serrana, aunque fuera de sus límites, otras como la de Moncayo, Marmolance, de Alcatín y de la Zarza. El paisaje está influenciado por la aridez en las zonas que miran al sur. En cambio, la ladera que mira al norte posee un tapiz vegetal que nos recuerda a Cazorla, con abundantes pinos, encinas y enebros. Sus laderas, bastante empinadas, están cubiertas de espesos pinares hasta media altura; en la ladera oeste existe una pista forestal empleada por los lugareños, visitantes y escaladores pare acceder a la cima ya que es la más cómoda. La Sagra desarrolla su cordal en su dirección nordeste a sureste, formando hacia el lado de "Los Collados" una irregular muralla. Esta montaña solitaria, que parece casi un volcán, es una ascensión brava, que no decepcionará al montañero. En total se pueden emplear unas cinco horas, o algo más, entre la subida y la bajada. En cuanto a la meteorología, conviene recordar que la zona es fría, más bien de una acusada continentalidad. El clima de esta encrucijada de montañas, dentro de su contexto mediterráneo, está condicionado por una topografía abrupta de barrancos y valles encajados entre crestas elevadas. La continuidad con las sierras de Cazorla y Segura, que funcionan a modo de colector de las precipitaciones, provoca lluvias relativamente abundantes, sobre todo en las laderas orientadas al oeste. Es apreciable el gradiente de precipitaciones, aumentando desde las cotas bajas a las altas. Las nevadas son frecuentes en el invierno, con carreteras cortadas. Al final de dicha estación aparecen en ellas unas pequeñas florecillas no muy altas que son las "muscaris". Mención especial a la vegetación rupícola. En casi todas las sierras oscenses son frecuentes las paredes rocosas. En ellas se refugia una interesante flora de pequeño tamaño que coloniza los escasos suelos entre las grietas. Son frecuentes la Doradilla, Ombligo de Venus, Campanilla de Roca, Siempreniña, Hierba de las Piedras, Hierba de San Roberto, etc. Los roquedos mantienen especies raras o muy locales; buen ejemplo es Sarcocapnos integrifolia y baetica, cuya distribución mundial se restringe a la Sagra, Guillimona y Sierra Mágina.
Sierra de La Sagra
El pico de la Sagra, enorme mole solitaria, que parece casi un volcán, constituye un lugar de culto por excelencia para el senderista y/o amante de la naturaleza, al cual regala belleza, emociones y sensaciones en igual proporción. Está formado por calizas, margas y cretas estratificadas que pueden apreciarse cerca de la cumbre, como estratos de gran espesor y dureza, además de por las barrancas y profundas cárcavas que cruzan sus flancos. Es fruto de la orogénesis alpina que actuó sobre los sedimentos de la zona hace unos 25 millones de años. En su cima pueden encontrarse fósiles de esta época geológica, especialmente conchas de animales marinos (almejas, bivalvos y similares). Estas sierras destacan de las altiplanicies situadas al sur y sureste, lo que les confiere unas características climatológicas y ecológicas particulares, fundamentalmente debido a los acusados gradientes hacia una mayor humedad (funcionan como "islas bioclimáticas" en un entorno árido). Ello hace de este espacio un lugar de gran riqueza y variedad biológica. Su condición de sierras calizas -La Sagra se erige como el pico calizo más elevado de Andalucía-, las hacen destacar como paisaje kárstico por excelencia, caracterizadas por restos de encinares, pinares de vertientes escabrosas, sabinares singulares, flora pos-glaciarde de gran interés. En ella podremos encontrar las impresionantes Sequoias, árboles gigantes, los más altos de Europa. La Sierra de la Sagra es un refugio natural para especies como el Buitre Leonado, la Víbora, el águila perdicera, el gato montés, el búho real, la liebre o el jabalí, con muchos invertebrados interesantes, entre los que destacan mariposas y escarabajos, son sus más preciados valores naturales. Esta relevancia entomológica ha hecho que se le reconozca como Zona de Interés para la Conservación de los Invertebrados de Andalucía (ZICI), concretamente la número 3, que abarca también a los parques naturales de Cazorla y Castril. Está igualmente Integrada en la Red Europea de Espacios Naturales Protegidos, mejor conocida como Red NATURA 2000. Este Espacio Protegido comprende las sierras de la Sagra, Seca, Duda, Guillimona, Montilla, Bermeja, Muerto, de la Encantada, de Jurena y de los Tornajos. Y completan esta esquina serrana, aunque fuera de sus límites, otras como la de Moncayo, Marmolance, de Alcatín y de la Zarza. El paisaje está influenciado por la aridez en las zonas que miran al sur. En cambio, la ladera que mira al norte posee un tapiz vegetal que nos recuerda a Cazorla, con abundantes pinos, encinas y enebros. Sus laderas, bastante empinadas, están cubiertas de espesos pinares hasta media altura; en la ladera oeste existe una pista forestal empleada por los lugareños, visitantes y escaladores pare acceder a la cima ya que es la más cómoda. La Sagra desarrolla su cordal en su dirección nordeste a sureste, formando hacia el lado de "Los Collados" una irregular muralla. Esta montaña solitaria, que parece casi un volcán, es una ascensión brava, que no decepcionará al montañero. En total se pueden emplear unas cinco horas, o algo más, entre la subida y la bajada. En cuanto a la meteorología, conviene recordar que la zona es fría, más bien de una acusada continentalidad. El clima de esta encrucijada de montañas, dentro de su contexto mediterráneo, está condicionado por una topografía abrupta de barrancos y valles encajados entre crestas elevadas. La continuidad con las sierras de Cazorla y Segura, que funcionan a modo de colector de las precipitaciones, provoca lluvias relativamente abundantes, sobre todo en las laderas orientadas al oeste. Es apreciable el gradiente de precipitaciones, aumentando desde las cotas bajas a las altas. Las nevadas son frecuentes en el invierno, con carreteras cortadas. Al final de dicha estación aparecen en ellas unas pequeñas florecillas no muy altas que son las "muscaris". Mención especial a la vegetación rupícola. En casi todas las sierras oscenses son frecuentes las paredes rocosas. En ellas se refugia una interesante flora de pequeño tamaño que coloniza los escasos suelos entre las grietas. Son frecuentes la Doradilla, Ombligo de Venus, Campanilla de Roca, Siempreniña, Hierba de las Piedras, Hierba de San Roberto, etc. Los roquedos mantienen especies raras o muy locales; buen ejemplo es Sarcocapnos integrifolia y baetica, cuya distribución mundial se restringe a la Sagra, Guillimona y Sierra Mágina.
embalse de La Bolera amansa las aguas de cristal del río Guadalentín, en un lago artificial de unos seis kilómetros de longitud. Si es verano, es un lugar ideal para disfrutar de un refrescante baño. Existe una zona habilitada para bañistas en la margen izquierda del embalse, cerca del restaurante, que como un balcón y a modo de mirador, se sitúa cerca de la presa. También se puede practicar piragüismo de aguas mansas. Existen varias empresas en la zona que organizan actividades náuticas. La abundancia de aves pescadoras se debe a la variedad y cantidad de peces que hay encontramos en sus aguas: trucha común, trucha arcoíris, carpa, barbo, cachuelo, gobio y colmilleja. Un atractivo recurso alimenticio que también atrae a la nutria, que no es difícil observar entrando y saliendo del agua en sus orillas. Desde el siglo XIX existía una pequeña presa cerca la Fuente del Guadalentín, donde se encauzaba el agua, a través del Canal de Iturralde, para regar los cultivos de Pozo Alcón, derecho adquirido con la segunda concesión de aguas públicas para regadío más antigua de Andalucía. Sin embargo el azud resultaba insuficiente, por lo que la pretensión de hacer una gran presa para almacenar una cantidad suficiente de agua para abastecer la demanda poceña y de los municipios aledaños, Cuevas del Campo e Hinojares, se convirtió en el principal objetivo de la zona. Por fin la persistencia política de los mandatarios municipales de la primera mitad del siglo XX tuvo su fruto. En la década de los sesenta se culminó la obra. Desde entonces el embalse acumula agua sin contaminar, ya que no existe ningún tipo de vertido a las aportaciones hídricas de su cuenca. Esto propicia la presencia de una valiosa y variada fauna relacionada con el medio acuático. Entre las aves destacan el somormujo lavanco, el ánade real, la garza real, el cormorán grande y la gaviota patiamarilla. Algunos inviernos también visita el embalse el águila pescadora. Curiosamente, el principal suministro de agua del Guadalentín no es la que entra por la cola, a través de la Cerrada de la Herradura, ni el del río Guazalamanco, que también desemboca en él algo más abajo, sino que procede de un lugar donde la tradición ha ubicado su nacimiento, la Fuente Valentín, un espectacular nacimiento que sólo es visible cuando, en los años de acentuada sequía, el nivel del embalse baja hasta niveles preocupantes. LOCALIZACIÓN La presa del embalse está a 15 km de Hinojares y a 7 de Pozo Alcón. Para ir desde el primer pueblo, hay que llegar antes al segundo por la carretera A-315 (a 7 km). Desde Pozo Alcón hay que tomar la A-326, subiendo por la Avenida de la Bolera, dirección a Castril. Pasando el camping de la Bolera y cuando la carretera atraviesa el poblado del “pantano” tomamos un desvío a nuestra izquierda (está señalizado) que nos lleva a la presa. Otra opción para disfrutar de unas bellas panorámicas del embalse es llegar al Mirador de la Peña de Quesada. Para ello tomamos de nuevo la A-326 dirección a Castril. A unos 3 km de la presa sale un desvío a la izquierda (camino de tierra) y a unos 600 m encontramos la Casa Forestal de la Peña de Quesada, donde se puede dejar el vehículo. Tras la casa, junto a la garita de vigilancia de incendios, está el mirador.
Pantano La Bolera
Km. 4.5 Avenida de La Bolera
embalse de La Bolera amansa las aguas de cristal del río Guadalentín, en un lago artificial de unos seis kilómetros de longitud. Si es verano, es un lugar ideal para disfrutar de un refrescante baño. Existe una zona habilitada para bañistas en la margen izquierda del embalse, cerca del restaurante, que como un balcón y a modo de mirador, se sitúa cerca de la presa. También se puede practicar piragüismo de aguas mansas. Existen varias empresas en la zona que organizan actividades náuticas. La abundancia de aves pescadoras se debe a la variedad y cantidad de peces que hay encontramos en sus aguas: trucha común, trucha arcoíris, carpa, barbo, cachuelo, gobio y colmilleja. Un atractivo recurso alimenticio que también atrae a la nutria, que no es difícil observar entrando y saliendo del agua en sus orillas. Desde el siglo XIX existía una pequeña presa cerca la Fuente del Guadalentín, donde se encauzaba el agua, a través del Canal de Iturralde, para regar los cultivos de Pozo Alcón, derecho adquirido con la segunda concesión de aguas públicas para regadío más antigua de Andalucía. Sin embargo el azud resultaba insuficiente, por lo que la pretensión de hacer una gran presa para almacenar una cantidad suficiente de agua para abastecer la demanda poceña y de los municipios aledaños, Cuevas del Campo e Hinojares, se convirtió en el principal objetivo de la zona. Por fin la persistencia política de los mandatarios municipales de la primera mitad del siglo XX tuvo su fruto. En la década de los sesenta se culminó la obra. Desde entonces el embalse acumula agua sin contaminar, ya que no existe ningún tipo de vertido a las aportaciones hídricas de su cuenca. Esto propicia la presencia de una valiosa y variada fauna relacionada con el medio acuático. Entre las aves destacan el somormujo lavanco, el ánade real, la garza real, el cormorán grande y la gaviota patiamarilla. Algunos inviernos también visita el embalse el águila pescadora. Curiosamente, el principal suministro de agua del Guadalentín no es la que entra por la cola, a través de la Cerrada de la Herradura, ni el del río Guazalamanco, que también desemboca en él algo más abajo, sino que procede de un lugar donde la tradición ha ubicado su nacimiento, la Fuente Valentín, un espectacular nacimiento que sólo es visible cuando, en los años de acentuada sequía, el nivel del embalse baja hasta niveles preocupantes. LOCALIZACIÓN La presa del embalse está a 15 km de Hinojares y a 7 de Pozo Alcón. Para ir desde el primer pueblo, hay que llegar antes al segundo por la carretera A-315 (a 7 km). Desde Pozo Alcón hay que tomar la A-326, subiendo por la Avenida de la Bolera, dirección a Castril. Pasando el camping de la Bolera y cuando la carretera atraviesa el poblado del “pantano” tomamos un desvío a nuestra izquierda (está señalizado) que nos lleva a la presa. Otra opción para disfrutar de unas bellas panorámicas del embalse es llegar al Mirador de la Peña de Quesada. Para ello tomamos de nuevo la A-326 dirección a Castril. A unos 3 km de la presa sale un desvío a la izquierda (camino de tierra) y a unos 600 m encontramos la Casa Forestal de la Peña de Quesada, donde se puede dejar el vehículo. Tras la casa, junto a la garita de vigilancia de incendios, está el mirador.
Con una superficie de 2170 ha y una capacidad de 567 hm³, es el tercer embalse más grande de la comunidad autónoma de Andalucía, solo superado por el embalse de Iznájar (981 hm³) y el embalse de Guadalcacín (800 hm³). La presa es mixta construida de gravedad y materiales sueltos con pantalla asfáltica para impermeabilizar. Se escogió esta solución debido a que el estribo izquierdo no era lo suficientemente estable como para construir una presa de hormigón. Entorno Fue inaugurado el 31 de diciembre de 19841​ y su construcción supuso la desaparición de Las Juntas (pedanía de Zújar), del antiguo balneario conocido como Baños de Zújar, de las vías de comunicación entre Zújar y la pedanía Carramaiza, y de distintas cortijadas (La Gata, Cortijo de los Contadores, Cortijo Seco) que quedaron bajo las aguas. En la actualidad existen zonas habilitadas en el embalse y sus alrededores para practicar deportes como piragüismo, bicicleta de montaña, senderismo y parapente; y otras actividades de ocio como pesca, pic-nic, y baño tanto en la playa de Freila como en la playa nudista-textil de Cuevas del Campo.
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Negratín Reservoir
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Con una superficie de 2170 ha y una capacidad de 567 hm³, es el tercer embalse más grande de la comunidad autónoma de Andalucía, solo superado por el embalse de Iznájar (981 hm³) y el embalse de Guadalcacín (800 hm³). La presa es mixta construida de gravedad y materiales sueltos con pantalla asfáltica para impermeabilizar. Se escogió esta solución debido a que el estribo izquierdo no era lo suficientemente estable como para construir una presa de hormigón. Entorno Fue inaugurado el 31 de diciembre de 19841​ y su construcción supuso la desaparición de Las Juntas (pedanía de Zújar), del antiguo balneario conocido como Baños de Zújar, de las vías de comunicación entre Zújar y la pedanía Carramaiza, y de distintas cortijadas (La Gata, Cortijo de los Contadores, Cortijo Seco) que quedaron bajo las aguas. En la actualidad existen zonas habilitadas en el embalse y sus alrededores para practicar deportes como piragüismo, bicicleta de montaña, senderismo y parapente; y otras actividades de ocio como pesca, pic-nic, y baño tanto en la playa de Freila como en la playa nudista-textil de Cuevas del Campo.